Y la respuesta está relacionada con cómo las vacunas estimulan nuestro sistema inmunológico
Por Marianne Bechara
Traducción por – Sumit Khanna
Es un hecho que ciertas vacunas necesitan un refuerzo para ser más efectivas. Es el caso de los inmunógenos contra el Covid-19, por ejemplo. Pero, ¿por qué algunas vacunas duran toda la vida, mientras que otras deben ir seguidas de nuevas dosis?
En primer lugar, es importante entender cómo funcionan las vacunas. Estos productos biológicos están desarrollados para provocar una respuesta inmune del cuerpo. Por eso necesitan contener antígenos de patógenos reales (virus y bacterias) o sustancias sintéticas que imitan a sus componentes.
Gracias a las vacunas, nuestro organismo empieza a producir cada vez más anticuerpos, haciéndose más fuertes contra los patógenos reales. Por lo tanto, el cuerpo se prepara para combatir los agentes infecciosos reales, protegiéndo a sí mismo.
Muchas veces, la respuesta inmune impulsada por las vacunas es lo suficientemente potente, por lo que una dosis del producto es suficiente. Sin embargo, dependiendo del virus o la bacteria, la respuesta puede no ser tan fuerte y, en este caso, una o más inyecciones adicionales son indispensables para proteger el cuerpo.
Cuando un patógeno es relativamente nuevo para los científicos, como el virus SARS-CoV-2 –responsable del Covid-19–, el desafío de crear una vacuna monodosis es inmenso, especialmente si el agente sigue mutando. Al mismo tiempo, proteger a la población contra infecciones mortales es un asunto urgente. Teniendo en cuenta esta realidad, las vacunas se desarrollan «bajo demanda» y los refuerzos pueden volverse cruciales según la situación. Sin embargo, solo se permite que una vacuna llegue al mercado cuando sus creadores demuestran rigurosamente que es segura y efectiva.
Como diferentes logros científicos, las vacunas se desarrollan y mejoran con el tiempo, con nuevos estudios, pruebas y resultados. Desde 1796, cuando se produjo el primer inmunógeno, muchos otros se han hecho realidad. Según la Organización Mundial de la Salud, entre 2 y 3 millones de personas se salvan anualmente gracias a las vacunas, y uno de los principales resultados de los programas de inmunización es la disminución de la mortalidad infantil y juvenil.
Las enfermedades altamente contagiosas, como la poliomielitis y la viruela, están casi extintas en todo el mundo, y la vacunación masiva es la razón de ello. Los virus relacionados con estas enfermedades son ejemplos de patógenos que no presentan variaciones extremas. Tal estabilidad brinda a los científicos una ventaja contra estos organismos, y no se requieren inyecciones adicionales de vacunas para combatirlos: una dosis es suficiente para despertar una respuesta inmune exitosa.
Además del virus SARS-CoV-2, varios otros patógenos sufren replicaciones y mutaciones. Algunos de ellos son los virus que causan la influenza (o gripe). Dada la naturaleza de estos organismos, los especialistas recomiendan una nueva inyección al año, con el fin de proteger verdaderamente al organismo contra estos patógenos.
Los inmunógenos de una sola dosis o las vacunas con inyecciones múltiples son descubrimientos científicos esenciales para combatir virus y bacterias letales. Al instigar la respuesta inmunitaria, preparan el cuerpo para combatir los agentes infecciosos y, en última instancia, salvan vidas en todo el mundo. Estar vacunado es un acto de cuidado.
Fuentes
“Una guía para la vacunología: desde los principios básicos hasta los nuevos desarrollos”:
https://www.nature.com/articles/s41577-020-00479-7
“Plan de acción mundial sobre vacunas”:
“¿Cuánto duran las vacunas? Las sorprendentes respuestas pueden ayudar a proteger a las personas por más tiempo”:
“Algunas vacunas duran toda la vida, entonces, ¿por qué necesitamos refuerzos de COVID-19?”:
https://www.weforum.org/agenda/2022/01/covid-19-vaccines-do-not-last-long-why-booster/
“Por qué algunas vacunas duran toda la vida y otras no”: