Por Gabriella Rodrigues. Traducción: Pierina D’Amico
El 6 de diciembre de 1989, un estudiante armado asesinó a 14 mujeres e hirió a otras 10 en nombre de la “lucha contra el feminismo”. El acto de violencia misógina sucedió en la Escuela Politécnica de Montreal y sorprendió a todo Canadá. Dos años después de esta tragedia, en 1991, el Parlamento de Canadá estableció el 6 de diciembre como el Día Nacional del Recuerdo y Acción contra la Violencia hacia la Mujer.
El día no es solo un recordatorio de las vidas que fueron perdidas por la violencia de género, sino también de aquellas que actualmente sufren abusos de todo tipo, una situación que fue potenciada durante la pandemia de COVID-19. En 2020, por ejemplo, 160 mujeres y niños fueron asesinados en Canadá, un aumento significativo si se compara con 2019, de acuerdo a la Fundación Canadiense de Mujeres. ONU Mujeres también ha reportado un incremento mundial en la utilización de líneas de ayuda para violencia contra las mujeres durante la pandemia.
Es importante destacar que, si bien la violencia de género afecta a personas de contextos diversos, las mujeres y los niños pertenecientes a grupos minoritarios en Canadá corren mayor riesgo. Como fue reportado por Estadísticas Canadá en 2018, por ejemplo, la tasa de homicidios de mujeres indígenas es alrededor de 7 veces mayor a la de mujeres no indígenas. En Columbia Británica específicamente, los números no son mejores. De acuerdo al gobierno provincial, las mujeres y niños indígenas tienen 2,7 veces más chances de sufrir algún tipo de episodio violento.
Los datos también muestran que otros grupos corren un riesgo mucho mayor de victimización. Las mujeres jóvenes, de 15 a 24 años, tienen 5 veces más probabilidades de ser abusadas física o sexualmente, como es señalado por Estadísticas Canadá, 2021. Las mujeres con discapacidades y quienes se identifican como lesbianas y bisexuales también son más vulnerables. Ambos grupos tienen de 3 a 4 veces más chances de experimentar violencia. Por último, pero no menos importante, las mujeres inmigrantes son también algunas de las principales víctimas de violencia de género, ya que muchas enfrentan desafíos como las barreras idiomáticas y la dependencia económica.
Otra preocupación es la cantidad de casos de violencia de género contra las mujeres que no son reportados. Estadísticas Canadá, 2018 muestra que el 70% de las personas que experimentan violencia conyugal y el 93% que fueron víctimas de abuso infantil no hablan con las autoridades al respecto. Las razones por las que algunas no terminan sus relaciones o reportan sus abusos son varias, como explica la Fundación Canadiense de Mujeres. La dependencia financiera, las amenazas de muerte y el daño a las mascotas por parte de los abusadores son las principales.
¿Cómo ayudar?
Más que solamente números, estos datos y este día son un fuerte recordatorio para que todos entendamos la seriedad del problema y luchemos activamente contra el odio hacia las mujeres. Una forma de ayudar a romper el ciclo de violencia en las familias y comunidades es donar a la Fundación Canadiense de Mujeres. A través de su programa Fuera de la Violencia, se otorgan subvenciones a organizaciones comunitarias con sede en Canadá que previenen e intervienen en situaciones de violencia de género.
De acuerdo a la Fundación, las compañías también pueden comprometerse a lograr la igualdad de género de diferentes maneras. Pueden proveer apoyo de largo plazo al trabajo de la Fundación, realizar un evento de recaudación de fondos en su nombre, lanzar una campaña de marketing sobre igualdad de género con su ayuda, apoyar su evento anual distintivo de recaudación de fondos, y donarle servicios y productos en especie que facilitarán su trabajo.
IMPORTANTE: Si tú o alguien que conoces está enfrentando cualquier tipo de violencia de género, puedes buscar servicios de apoyo a través de este enlace https://canadianwomen.org/support-services/. Si se trata de un peligro inmediato, puedes llamar al 911 o a un número de emergencias local (policía, bomberos, ambulancia).
Fuentes: